Ensayo sobre la Genialidad

Muchos han pasados a la historia por sus grandes victorias en los campos de batalla, por sus romances novelescos, por sus inverosímiles acrobacias, por sus conquistas políticas, pero son muchos m as los que tienen un lugar en la historia por su proezas en las ciencias. Hubo incluso quienes murieron por defender sus teorías, a quienes su idea revolucionaria les llego de la mano de una manzana, sea de donde sea, venga como venga, caiga cuando caiga, una idea genial siempre será más trascendental que el trueno más luminoso, que el tuxedo mas negro, que el beso m as apasionado y que la oro mas puro.

La genialidad, estoy seguro que muchos dirán, es algo que se hereda y que viene con los genes, tal vez cuando escribamos Ensayo sobre la Genética y la Genialidad nos detengamos a analizar con detalle las posibles relaciones. M as probable y el eje de este escrito ser a nuestra premisa que la genialidad es algo que se construye con los años y se demora en madura.

La genialidad es ese instante entre que un físico ve las estrellas, que un biólogo observa las tortugas, que un matemático ve un triangulo, que un pintor ve un campo de girasoles, que un escritor imagina molinos de viento; y su próximo pestañeo. De repente todo viene a su mente, es un flujo incontrolable de información, pronto todo tiene sentido y empieza armar las relaciones necesarias para darle forma a su idea. Pero el pestañeo no es ni debe ser el último paso, de hecho solo podría ser el primero. El primero en la larga lucha para revolucionar el mundo. Porque las ideas geniales difícilmente hallan el camino fácil, y aun si lo logran, muy probablemente su autor morir a sin el reconocimiento que se merecía en vida. Una verdadera tragedia.

Si no es la genética, pero tampoco es la suerte, ¿que es? la genialidad nace de la paciencia y el análisis, de la búsqueda constante de algo que mejorar y de la voluntad de hacerlo. Solo tenemos que afinar nuestros sentidos y lucir nuestras pasiones. Estoy seguro que muchos acordaran conmigo que la genialidad dura un segundo pero hace eco toda nuestra vida.